Por: Andrés Felipe Barrera Carrillo
Director
TuOpciónLegal

La conciencia popular nos ha impuesto a través de la historia, que nuestra misión en esta tierra, como miembros de una sociedad, radica en prepararnos para aportar a la misma, como si fuéramos parte de una maquina suprema y nosotros una simple pieza más en el andamiaje del cosmos. Hemos sido testigos cómo generaciones enteras han sacrificado sus sueños bajo esta tesis, esa antigua máxima que reza el bien común, prevalece sobre el particular, pero cual ese ese bien común, quien decide cuál es el objetivo a seguir.

Toda mi vida fui criado, educado y reeducado pensando en el futuro, conseguir un trabajo estable con un buen ingreso, tener mi casa propia, un carro, una familia, objetivos que aportaran al bien común y generaran progreso y estabilidad social. Pero mis sueños ¿dónde quedaban?, una casa, familia, estabilidad, solo se logran con trabajo y esfuerzo, y para eso, es necesario tener una estabilidad económica. Divagando en mi mente, muchas noches antes de dormir, me perturbaba la conciencia el saber, que por más que me esforzaba por lograr poco a poco los objetivos “pensando en el futuro algo le hacía falta a mi vida, y no les puedo mentir, mi vida ha sido tranquila, mentiría al decir que sufrí traumas o abandono, afortunadamente he contado con unos padres y una familia que siempre han estado ahí para mí, pero ese éxito que me vendían debía perseguir, no lo sentía, algo me hacía falta.

Iniciaba octubre de 2018, era viernes 05 de octubre de 2018, para ser exactos, el reloj marcaba las 05:00 pm y la jornada laboral en la última empresa donde trabajé estaba por terminar, de repente, mis superiores me citaron a su oficina, la noticia, mi contrato había terminado y mis obligaciones como empleado culminaban esa misma tarde. Quedé en el aire, lo que sentía seguro se había acabado y el pago de fin de mes al que me había acostumbrado no volvería. En ese momento me sentí sin rumbo, pensaba en volver a esas jornadas interminables revisando ofertas de empleo, enviando mi hoja de vida y actualizando mis perfiles, me preguntaba, ¿ese sería mi futuro? Hay que entender que cambiar el chip no es fácil, mucho menos automático, en efecto, al inicio volví a buscar empleo. Al pasar los días me di cuenta que ninguna empresa iba a valorar mi tiempo y esfuerzo mejor que yo, entonces, decidí lanzarme al ruedo por mi cuenta, jocosamente, aprovechar la independencia que me había ofrecido mi último empleador.

Tomada la decisión empecé a ofrecer mis conocimientos a clientes conocidos, así como a personas y empresas nuevas, el voz a voz, junto con recomendaciones de amigos y conocidos fueron de gran ayuda, cuando menos lo pensé sin haber transcurrido 2 meses de la finalización de mi contrato de trabajo, los primeros clientes empezaron a contratar mis servicios, no lo podía creer, la gente creía en mí y en mis habilidades profesionales, después de trabajar como empleado tantos años, descubrí las ventajas de la independencia, no solo empecé a percibir un ingreso superior a mis acostumbrados salarios, ahora podía disponer de mi tiempo.

Esta nueva realidad me brindó posibilidades que veía lejanas, comencé a fortalecer mi marca personal, pasé de ser un empleado más, a ser tenido en cuenta como una opción real e identificable, una solución a las necesidades de mis clientes actuales y potenciales, personas o empresas por igual. Decidí construir un sitio web, un correo electrónico corporativo, una línea celular exclusiva y aumentar la presencia en redes sociales para expandir el impacto de mis servicios. Hoy puedo decir que el camino no ha sido fácil, pero lo he disfrutado en cada momento y voy por más.

Según Andy Freire, emprendedor argentino, el emprendimiento “es hacer que las cosas sucedan” y comparte queel secreto es despertar, apagar el piloto automático que todos por momentos tenemos encendido y decidirnos a SER plenamente. Por lo vivido durante estos años, los sacrificios, triunfos y derrotas desarrollando mi marca, sin equivocarme y con plena convicción puedo afirmar que emprender si es posible, soy Andrés Barrera, abogado especialista y emprendo defendiendo los derechos de mis clientes, soy Director de mi firma, TuOpciónLegal.