Graciela Villamil Villadiego
Consultora en Marketing
Corporación MAVI

En el camino como emprendedores, durante el proceso de ideación, en ocasiones vienen a nuestra mente un sinnúmero de soluciones que consideramos serán revolucionarias en el mercado, bien sea por su elemento de novedad, su funcionalidad o simplemente porque consideramos haber encontrado aquel producto o servicio ideal para los clientes y que aparentemente no cuenta con competencia directa.

Sin embargo, emprender un negocio requiere garantizar en primera instancia la acogida del producto o servicio dentro del mercado, quien en últimas determinará el éxito o fracaso de la solución.

En este sentido, vale la pena destacar algunos tips que se deben tener en cuenta a la hora de validar nuestra idea de negocio con el mercado:

  • Identificar los problemas o necesidades relevantes para el cliente. El punto de partida es analizar exhaustivamente nuestro entorno, en aras de identificar los dolores, necesidades, problemas u oportunidades que presenta el segmento de mercado. De nada sirve desarrollar productos o servicios que no guardan correspondencia con la demanda del mercado.
  • Analizar el comportamiento del cliente potencial: Una vez identificamos posibles necesidades a satisfacer o problemas a resolver dentro del entorno, es necesario realizar una investigación exhaustiva del comportamiento del cliente, qué dice, qué piensa, qué siente, qué hace, cuáles son sus principales frustraciones, cómo es su actitud hacía determinadas situaciones, para esto podemos apoyarnos en herramientas ampliamente utilizadas a nivel internacional, como el Mapa de empatía.
  • Contactar a nuestros clientes: Un adecuado proceso de validación de la idea de negocio implica “salir a la calle” y contactar a los clientes potenciales personalmente, a través de técnicas como la observación directa y las entrevistas, será posible validar nuestras hipótesis acerca de la necesidad/problema u oportunidad asociadas al negocio y desarrollar una solución que responda directamente a estos elementos.
  • Conocer las soluciones actualmente disponibles en el mercado: La investigación exhaustiva del entorno implica identificar aquellas soluciones que están utilizando nuestros clientes potenciales para dar resolver los problemas o satisfacer sus necesidades. De esta forma, además de documentarnos sobre qué competidores directos e indirectos tendríamos si implementamos la idea de negocio, podemos robustecer nuestra solución ofreciendo un producto o servicio realmente diferenciador.

Una vez se ha validado la idea de negocio y se establecen los requerimientos, se procede a configurar la solución a ofrecer y validarla nuevamente en el mercado, a través de un MVP de baja fidelidad y el contacto directo con el arqueotipo potencial del cliente.