Giancarlo Nigrinis Cantillo
Ingeniero Mecanico
Corporación MAVI

Todo líder, gerente o persona en cargos organizacionales se encuentra que en algún momento de su vida, el tiempo no le alcanza para mantener un equilibrio entre los ámbitos profesional, académico o personal. Un líder exitoso es aquel que entiende que las costumbres de una cultura no definen el valor del tiempo. Es el que dimensiona que el tiempo propio y aún más el ajeno es valioso.

Una persona exitosa es la que acostumbra a dar aviso en caso de retrasos a sus colegas puesto que los imprevistos suceden y cuando sabe que no cumplirá sus compromisos, prefiere cancelarlos con anticipación antes de hacer esperar injustificadamente a la otra parte, ya que un profesional que respeta el tiempo de los demás, entiende que estas personas tienen ocupaciones y compromisos y el hecho de compartirnos de su tiempo implica que ellos han cedido la realización de sus proyectos o sueños por estar con nosotros.

A continuación, algunos tips para tener en cuenta a la hora de administrar nuestro tiempo:

Principio del formulario

  • Manejar una agenda: Si bien existen agendas físicas, en la actualidad tenemos facilidades tecnológicas más ecológicas como por ejemplo los calendarios en nuestros celulares, que permiten que en unos cuantos minutos podamos organizar y programar alertas diarias o semanales de nuestros compromisos. Al tener una visualización completa de nuestro día y semana nos será más fácil evitar sobrecargarnos con tareas irrelevantes.
  • Priorizar: Las tareas pendientes no siempre tendrán la misma importancia, es necesario identificarlas y abordarlas efectivamente, conforme el nivel de importancia o urgencia que representen.
  • Definir tiempos: Todo compromiso o reunión debe tener tiempos definidos de inicio y fin, así demostraremos respeto y buen manejo del tiempo a nuestros interlocutores a la vez que ellos también podrán manejar su agenda de forma más productiva.
  • Prever imprevistos: Es necesario mantener márgenes de tiempo que nos permitan movilizarnos de un punto a otro y siempre llegar puntuales sin importar los embotellamientos o imprevistos que puedan suceder.
  • Madrugar: No suele agradar esta práctica, sin embargo, es innegable que empezar el día muy temprano nos da una ventaja en tiempo a comparación de iniciar tarde. Cuando sabemos que tendremos un día muy cargado siempre lo mejor es madrugar dejando las tareas que requieren creatividad en la mañana cuando estamos más enérgicos y las repetitivas en la tarde cuando ya empiezan a decaer nuestras energías.

Recordemos que el éxito se alcanza con trabajo duro y constante y un líder que no valora el tiempo ajeno muestra una indiscutible señal de descontrol de su propia vida y no podrá dirigir efectivamente la de los demás.