Evelia Porto
Consultora en Finanzas

Debo confesar que en mi cabeza la palabra innovación, era como algo inalcanzable, algo muy complejo, quizá algo que solo pueden hacer grandes marcas o empresas con mucha fama. Pero estaba muy equivocada, ciertamente innovar puede ser mucho más sencillo de lo que se cree. Soy Evelia porto, y esta fue mi experiencia en un laboratorio de innovación, con mi marca de repostería saludable, DIVINA By MC.

Un proyecto de mujeres para mujeres

Un laboratorio de innovación, es un espacio donde se puede trabajar innovación, desarrollando nuevos productos, servicios o procesos. Y es precisamente donde entra en escena el apoyo del Ministerio de Cultura de Colombia, institución que nos dio la oportunidad a varias emprendedoras del sector de repostería de fortalecer nuestros negocios a partir de conocimiento y entrenamiento con un equipo fabuloso de mujeres que tenían el rol de asesoras expertas en la temática de innovación.

La experiencia de aprender a gestionar productos bajo las recomendaciones del equipo de asesoras expertas represento para las demás reposteras y para mí, un aprendizaje valioso. Como mujer que ha vivido gran parte de su vida en la región caribe, soy consciente de una de las debilidades más grandes que comercialmente tenemos como región, me refiero al “servicio al cliente” es muy difícil encontrar un buen servicio y atención en nuestra región, y precisamente parte del laboratorio se centró en trabajar en nuestra capacidad de brindar experiencias excepcionales a nuestros clientes. Es así, como pusimos en práctica lo aprendido con metodologías como la definición del mapa de viaje del consumidor, que nos ayudó a entender, como debía ser el recorrido de la experiencia de uno de nuestros clientes al momento de tener contacto con nuestra marca o consumir alguno de nuestros productos.

Ese conocimiento tan valioso, fue muy importante, pero el laboratorio nos tenía preparadas más sorpresas, no solo éramos entrenadas por mujeres talentosas, ahora también íbamos a impactar de manera tangible y palpable en la experiencia de nuestros clientes

Prototipos funcionales.

Resulta que después de la fase “teórica” por así decirlo, que trajo consigo muchos talleres, ejercicios y aprendizaje, se abrió la oportunidad de aterrizar en realidad todo lo que habíamos aprendido hasta ese punto. Básicamente lo termino ocurriendo, fue que empezamos a trabajar sobre el resultado final de nuestras reposterías, me refiero a los productos y también a los empaques que los protegen.

En efecto el laboratorio nos retó a desarrollar nuevos productos o a mejorar de manera significativa, de esta forma muchas de nosotras como reposteras, nos vimos desafiadas a pensar en productos más sofisticados o mejorados a partir de los ingredientes o de la misma presentación. Este fue un gran paso para todas las emprendedoras, pues dimos un paso adelante para tener un mejor negocio de repostería.

Pero como en toda historia, faltaba la cereza del pastel, pues de que servía tener un producto muy bello, muy rico, con una atención de primera, si no teníamos una presentación o un empaque acorde con la calidad de dicho producto y servicio al cliente. Y es ahí donde el laboratorio impacto creo yo con más fuerza en nuestros negocios, pues nos dio conciencia de que nuestra marca puede evolucionar y ser tan competitiva como la marca de una gran empresa.

De la mano de otra mujer talentosa, una diseñadora industrial, todas y cada una de las reposteras, nos sentamos a idealizar el empaque de nuestros sueños, pues el laboratorio de innovación tenía pensado dotarnos con dichos empaques. En efecto nuestro sueño se haría realidad, mejor dicho, se hizo realidad.

Después de muchas horas de trabajo y de diseño, de un soporte invaluable del equipo de mujeres detrás de esto desde lo logístico y desde lo creativo, tenemos hoy en día acceso a cajas totalmente diseñadas para nosotras, son empaques que ninguna otra repostería en el mundo tiene, y que nos harán resaltar por encima de otras marcas que usan cajas o empaques genéricos, que, aunque económicos son los mismos que todas las reposterías pequeñas usan.

Emprender te puede sorprender.

Y quizá todo pudo terminar ahí, ¡pero no!, porque resulta y pasa que ahora esos diseños que ya son únicos, van a ser nuestros legalmente, y es que gracias a ser parte de la “Red de Emprendimiento PA’lante”, estamos en proceso de registrar nuestras cajas, como diseños industriales, es decir que vamos a tener certificación de que ninguna otra repostería podrá utilizar un diseño como el nuestro.

Gratitud es lo que siento por el equipo de mujeres que hizo parte de este proyecto, un proyecto que me entristece terminar, pero que nos ha dejado más conectadas e integradas como emprenderás y que nos ha empoderado de nuestras marcas.

Es así, como mujeres talentosas, le cambian la vida y proyectan con más fuerza los sueños de emprendedoras que quizá empezamos con una receta muy sencilla en nuestras casas, pero que ya visionamos con más fuerza, una repostería reconocida, una repostería que será toda una experiencia de la cocina tradicional colombiana.