Diana Carolina Martínez Torres
Consultora en Innovación
Corporación MAVI

Al mirar a nuestro alrededor, encontramos empresas consolidadas, con amplia trayectoria en el mercado, como resultado de múltiples factores como la calidad de los productos o servicios ofrecidos, el factor diferenciador presente en su propuesta de valor, el servicio al cliente, y otros factores que se traducen en grandes beneficios económicos para los negocios así como una gran masa de clientes satisfechos que otorgan reconocimiento a dichas empresas. En un escenario similar, se identifican emprendimientos que día a día fortalecen su operación y su desempeño en el mercado, siguiendo los pasos de aquellas empresas consolidadas que hacen parte del corazón de los clientes. De hecho, se reconoce como exitoso, un negocio que aporte beneficios económicos significativos, que conlleve al crecimiento personal y a la auto-superación de la persona que emprende, y ante todo, que genere impacto en el mercado, en otras palabras, que brinde una contribución efectiva a grandes masas o a un segmento de clientes determinado, ya sea a través de la satisfacción de una necesidad o con la solución de un problema.

Todo emprendedor, al iniciar un negocio, tiene el anhelo de que su emprendimiento logre impactar a los clientes, logrando el reconocimiento del mercado y atendiendo los problemas o necesidades que puedan tener sus clientes. En este sentido, ante un entorno de incertidumbre y marcada competitividad, es normal que los emprendedores se hagan la pregunta: ¿Cómo puedo construir un negocio exitoso? La respuesta no es definitiva, es decir, no existe una fórmula secreta o una pócima que permita adivinar el éxito del negocio en el mercado, o anticipar si existirá aceptación de los clientes por el producto o servicio ofrecido.

Pese a ello, es posible identificar algunos factores comunes a los negocios exitosos, desde un proyecto emprendedor con no más de tres años en el mercado, así como empresas reconocidas, de más de 50 años de operación. A continuación se presenta una recopilación de estos elementos que permiten construir negocios sólidos y sostenibles en el tiempo:

  • Tener pasión por emprender. La pasión por el negocio, por entrar y/o permanecer en el mundo del emprendimiento y por realizar todas las actividades que implica poner en marcha y sostener la operación de un negocio debe ser la principal motivación de todo emprendedor, es el impulso que mueve a cumplir las metas fijadas en cada etapa del negocio y a enfrentar los desafíos del mercado cambiante.
  • Identificar un producto o servicio ganador. Este puede ser el punto de partida para concebir un negocio y para reflexionar sobre la operación del negocio, en el caso de empresas con varios años en el mercado. Hablar de un producto ganador, implica profundizar en el factor diferenciador de dicho producto o servicio, aquello que identifica la oferta de valor del negocio y la diferencia de los posibles competidores.
  • Estructurar modelos de negocio efectivos. No basta solo con contar con un producto o servicio que resuelva problemas determinados, desarrollar negocios sólidos se traduce en el mayor de los casos en configurar un modelo de negocio que permita generar y capturar valor a las partes interesadas, clientes, consumidores, aliados, etc. Para ello, es fundamental tener claridad sobre quiénes son los clientes, qué producto o servicio ofrecer, de qué forma se satisfacen las necesidades de los clientes, qué actividades y recursos se requieren para operar, cuál es la fuente de ingresos más indicada, qué estructura de costos se requiere aplicar, entre otros aspectos.
  • Generar emociones en el cliente, lo cual va más allá de resolver un problema o atender una necesidad, sino despertar satisfacción en los clientes o consumidores, activando las emociones de las personas que hacen uso del producto o servicio ofrecido, haciendo énfasis en la forma en que dicho producto logra generar una conexión con el cliente y configurar toda una experiencia de uso.
  • Desarrollar negocios escalables, esto es, que el negocio pueda multiplicar sus ingresos y crecer conforme las necesidades del mismo y los requerimientos del mercado, y que dicho crecimiento no se traduzca en un incremento sustancial de los costos de operación del negocio. Un negocio escalable opera bajo la premisa de la mejora continua y la optimización de los recursos.
  • Innovar de forma colaborativa. Ningún negocio puede tener todas las respuestas a los interrogantes que día a día surgen en el proyecto, como tampoco tiene siempre la solución a los desafíos que impone el mercado cambiante, ante esto, identificar aliados estratégicos puede representar la mejor fórmula hacia el éxito y el camino idóneo para configurar negocios más innovadores ya sea en términos de producto, de servicio o del modelo de negocio como un todo, estas relaciones deben estar enfocadas en la confianza y operar bajo el esquema gana-gana, de tal forma que se obtengan mejores resultados de la conformación de dichas alianzas.

Los anteriores elementos son fundamentales para contar con negocios que no solamente sean exitosos en un corto período de tiempo producto de la novedad o de las condiciones del entorno sobre las cuales se inicia la operación del negocio, sino para sentar las bases para concebir negocios que sean escalables y rentables y que revolucionen el mercado con sus productos, servicios e ideas innovadoras.