Por: Diana Carolina Martínez Torres
Consultora en Innovación
Corporación MAVI
Al momento de crear un nuevo negocio y/o formalizar una empresa, pensamos en la necesidad de contar con una idea de negocio innovadora, que haga la diferencia respecto a soluciones disponibles en el mercado, permitiendo generar valor para nuestros clientes y por supuesto, a nosotros como emprendedores. Ante ello, surgen una serie de interrogantes al respecto: ¿cómo generar ideas innovadoras que nos permitan tener una ventaja competitiva dentro del mercado?, ¿Qué debe tener mi idea para diferenciarse de las soluciones presentes ya consolidadas en el mercado?
A continuación, presentamos cuatro aspectos que son de utilidad para generar ideas innovadoras dentro de un negocio:
1. Resolver un problema, satisfacer una necesidad o atender una oportunidad
El primer aspecto para generar ideas innovadoras consiste en llevar a cabo un minucioso ejercicio de observación del entorno, con el fin de identificar la necesidad, problema u oportunidad que será objeto de análisis en nuestra primera fase del proceso de descubrimiento de negocios, teniendo en cuenta que estos elementos se convertirán en materia prima para identificar la solución a ofrecer en el mercado.
La observación del entorno, implica interpretar las necesidades y requerimientos de los usuarios, lo cual puede realizarse a través de técnicas como el Mapa de Empatía, que además de generar afinidad con el cliente (por medio del análisis de lo que ve, lo que dice y hace, lo que piensa y siente, así como de sus esfuerzos y resultados) nos permite identificar las características que proporcionan un mejor ajuste entre los productos o servicios que ofrecemos y las necesidades o intereses de los clientes/usuarios.
2. Analizar la competencia dentro del mercado
Identificar las necesidades, problemas u oportunidades presentes en el mercado en las cuales se enfocará nuestra solución es insuficiente si esta actividad no va a acompañada de un análisis de la competencia, a través de un benchmarking que nos permita no sólo conocer qué están haciendo nuestros posibles competidores al respecto, sino ante todo para identificar vacíos de las soluciones actuales en los cuales puede existir una oportunidad de generación de valor por parte de nuestra iniciativa empresarial, ofreciendo un producto o servicio con un alto factor diferenciador en relación con la competencia.
3. Generar muchas ideas y agregar valor a partir de la creatividad
Ofrecer un producto o servicio innovador al mercado, es el resultado de la generación, depuración y materialización de múltiples ideas y su posterior consolidación, a través de procesos de prototipado, testeo y validación del mercado, hasta alcanzar una solución innovadora deseable, viable y rentable a las necesidades y gustos específicos de los clientes.
Para generar ideas innovadoras, se requiere imprimir un alto componente de creatividad, donde es posible aplicar diferentes técnicas que facilitan la producción sistemática de ideas, entre las cuales se destacan el Storytelling, la interacción constructiva, la descomposición en factores esenciales, el mapa de atracción de clientes y la técnica de los 5 por qué/para qué.
Recordemos que una idea se considera como innovadora, cuando además de generar alguna creación o modificación de algún elemento o suceso cotidiano, es apropiada por el mercado, generando valor y cambios significativos en éste. Así, resulta claro que debe haber una transición del proceso de producción de ideas al proceso de generación de valor que se aporta al segmento de clientes previamente definido. Para la creación de valor podemos ayudarnos de los análisis etnográficos, sociológicos y antropológicos de los clientes, y el diseño de un modelo de negocio ganador.
4. Generar alianzas estratégicas al servicio de nuestra solución
Una vez identificamos las actividades y/o recursos clave de nuestro modelo de negocio, es posible realizar alianzas estratégicas que nos permitan lanzar productos o servicios que por sí solos no seríamos capaces de poner en el mercado, ya sea por falta de recursos (humanos, físicos, tecnológicos, financieros, etc), por debilidades en alguna actividad clave para desarrollar la propuesta de valor que estamos dispuestos a ofrecer, o porque no tenemos dominio del sector o nicho específico que deseamos atender. Establecer alianzas de este tipo implica generar acuerdos de colaboración, con beneficios puntuales para cada una de las partes involucradas.