Por: Sergio Hidalgo y Derly Conde
Estudiantes de la Universidad Distrital Francisco Jose de Caldas

Si analizamos nuestra cotidianidad, el desperdicio está presente en múltiples formas: el restaurante, donde se sirven porciones grandes de comida y se desechan las sobras, el mercado donde se observan frutas y verduras en perfecto estado en las cestas de basura, la deficiente administración de los alimentos en los hogares, entre otros. Todas estas situaciones nos llevan a pensar, ¿Se tiene consciencia de la cantidad de alimentos que se están desperdiciando realmente?

Actualmente un tercio de la producción de alimentos se pierde o se desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a 1300 millones de toneladas por año, esta pérdida ocurre a lo largo de toda la cadena del sistema alimentario. Por su parte en Colombia según el Departamento Nacional de Planeación –DNP- la perdida y desperdicio de alimentos asciende a 9,76 millones de toneladas al año, esta cifra representa el 34 por ciento del total de los alimentos que el país podría consumir durante un año. De este 34 por ciento, el 22 % se pierde y el 12% restante se desperdicia.

De acuerdo con el DNP (2016), lo anterior quiere decir que por cada tres toneladas de comida disponible en Colombia, una tonelada va a la basura. Adicionalmente evidencian que los alimentos que se pierden y desperdician pueden alimentar a más de 8 millones de personas al año, lo que equivale a toda la población de Bogotá. Estudio de pérdidas y desperdicios en Colombia. DNP (2016)

La situación anterior, analizada por el DNP, evidencia que el despilfarro de alimentos es una problemática compleja por la cantidad de variables que influyen en él, por lo que se requiere de más de un esfuerzo para generar realmente un impacto significativo. Ante este desafío, diferentes sectores de la sociedad han iniciado la búsqueda de estrategias que permitan contrarrestar los efectos de esta pérdida, dentro de los cuales podemos destacar en uso de bancos de alimentos. En Colombia existen 19 bancos ubicados en diferentes zonas del país, de los cuales haremos énfasis en el Banco de Alimentos de Bogotá.

Con el fin de optimizar la operación de esta entidad y mitigar el impacto de la creciente problemática, se realizó una propuesta innovadora para la entidad que tenga por objetivo diseñar un sistema de gestión de desperdicios de alimentos, que mejore la interacción entre los actores (Donantes y Banco de Alimentos de Bogotá) y contribuya en la disminución del desperdicio de alimentos; en búsqueda de un consumo responsable.

Este sistema permitirá vincular nuevos donantes y asociarlos al Banco de alimentos, facilitando el registro de donaciones con la descripción de los productos alimentarios a punto de caducar, de tal forma que al registrar la donación se genere una alerta al Banco de alimentos informando de la disponibilidad de estos productos, para que de esta manera se inicen los procesos de logística mejorando los procesos de comunicación entre ambas partes.

Las funciones de este sistema de gestión serían las siguientes:

  • Registro y actualización de donantes.
  • Registro de donaciones
  • Recepción y administración de la información.
  • Gestión de la logística de recolección
  • Consulta del estado de las donaciones.

Con este nuevo sistema se busca ubicar al Banco de Alimentos en un alto nivel de competitividad, usando las tecnologías de información como parte de su estrategia corporativa, incorporando en ella las funcionalidades necesarias para mejorar los procesos de recepción de donaciones.  Así mismo la idea es que el sistema de gestión pueda ser fácilmente modificable para ser adaptado a cualquier otro banco a nivel nacional.